21.5.09

awake_song



we were the lights
upon the bridge
in the night of fog
and frozen wind

we were the dancers
the midnight dancers
shaking our bones
in the top of a mountain
at the end of the world

we were the howlers
the pale-moon howlers
streetching our teeth
like wolfs
in a clear of a forest
unnamed and lost

we were the awakers
the red blood painters
the all night singers
the all-ways walking
the ánima/animal detectives
the damned poets
the savage philosophers
the permanent outsiders
the city-zen's of world
the tempus fugit-ives
the hyper-lucids

who can use our philosophy?
who can?



12.2.09

time (ago)






En aquel tiempo / mi tiempo
nuestro tiempo
la distancia o el territorio
se medía por interrupciones.


Eran los espacios liberados,
las zonas francas en las cuales teníamos
libertad de acción.
No importaba
si eran pedidos, encargos,
ruegos o propuestas,
todo
lo que no fuera soledad (lo que nos apartara de la soledad)
implicaba o comportaba
alguna clase/tipo de interrupción.


En aquel tiempo
mi tiempo
nuestro tiempo
se medía por lagunas
espacios lacustres que llenábamos de vértigo
de vuelos a deshoras pico para ganarle a la madrugada que
venía desde siempre mordiéndonos los talones, intentando
amanecer dos horas antes que pudiéramos (qué ilusos)
acabar de hacerlo todo.

> pero es que si el día tuviera 86 horas, también las llenaría. las llenaría todas. las usaría todas.
> no importa de cuántas se trate. el asunto es saturarlo. saturar los espacios. saturarlo todo.


24.12.08

nily



la sola mención del hecho
basta
y si no fuera
suficiente, lo sería
decididamente
hasta las últimas
o no
consecuencias


lo que puede resultar
de hacerse a un otro mar
lo que puede demorar
la vigilia permanente
miradas que acechando
la sombra, el individuo
separen
disocien
relativizen
vuelvan a
descontextualizar-lo
todo.



>>>>>>>>



pávanah

tu cielo se escarmienta
eran lúdicas
y una
las ausencias de tu voz
mientras tanto
se calienta
la pava echa Revueltas
andando en la cocina
desorienta al voyeurista
vuelve al paso otra mañana
con el viento desatento
que te arrima
que te toca
que te alcanza
la mejilla sobre el agua
la noche escapa.



>>>>>>>>



síndaloh
pasas de mirarte cuando
al fin
el oído se te vuelca quién diría
que pudieras
sin precisar intentarlo
definir de un golpe mudo
las esquinas de tu nombre
tu pasado
tu presente
tu futuro

definir
de un golpe mudo
la impaciencia de saberte
la insistencia de centrarte
la incoherencia de perderte
la elegancia de mudarte en grito autista.



>>>>>>>>



desechos y porque al fin
sólo era dable estar desechos
consumimos las miradas que eran todas
las maneras de las horas de decir
que es de mañana y han llegado
como en otras tempestades
las miríadas de luces a besar
el amparo del insomnio
la impericia practicada.


cómo
si eras todo lo que podías ser
decidido a traicionarte no supiste
sostener siquiera
el desconcierto de tu nombre
para que al fin
al final
no alcanzan a sostener tu cuerpo
ni todas las estacas
ni todas las espinas
ni todas las cruces
de esta noche de bengalas
y braseros.



>>>>>>>>



la que al paso deshizo
la última esperanza
era un ave, una celesta
mi cuerpo lidio
el ánima que desertando
del sonido de la noche
se hizo al paso de escuchar
sobre el hueco, la mañana
hundida al pecho
echando gritos
rayos
cuervos
las raíces de su sal
las corrientes de su mar
su aliento turbio y desvelado
su paz en blanco vestido nupcial
su cuerpo inmenso y transparente
sus aguas mansas y lejanas y sonoras y perdidas y ausentes de todo
lo que fuera más lejos
que el bramar inconcebible
de la madrugada.



>>>>>>>>



luz
que nos viene desde el fondo
de la boca
se empareja o se empata o se resiente o trata de luchar
en un baile de dos en una histérica
búsqueda persuasiva, una persecución
que ciegue
lo que puede desatar como tormenta
el ojo blanco de la madrugada
así
tal vez
podamos rescatar del fondo espeso
de un mar sombrío
los objetos de valor, las tallas y quimeras
las sutiles herramientas que se fueron
como lleva el tiempo al aire
hundidas entre remolinos
hasta el fondo oscuro del mar

nosotros
usábamos las piezas para velar
las figuras de los dioses para guardar
sus oidos desatentos para enfatizar
que por mucho que insistieran y quisieran seducirnos
no iban a salir jamás, animales, descarnados,
del fondo sucio del mar.



>>>>>>>>



lo que ha vuelto del revés
la inconsistencia de las horas
los errores de lectura
que francamente han sido míos
para nadie pesan más que a mi
lo que puedan exigirme y será así
que lo intenten sin fijarse
que en el borde de esta suma
casual y frenética y constante y desatada
de años que se trepan por huesos y tendones
y hacen marcas en la piel como un arte de presagios
-antiguos, muertos, inapelablemente
desactualizados-
serán
los que puedan intentar detenerme aunque indefectiblemente
no lo logren, y es que a mi
las respuetas que me llegan me repiten
como bocas, como máquinas despiertas.
lucha interna, lucha interna, lucha interna.

no hay más nada, no lo habrá
no hay por más que a mi pesar lo sea
no hay más nada, no lo habrá
más que nada ningún otro
territorio.



>>>>>>>>



lo que cede de su lado es la medida justa
de la sed, de nuestra
sed.
no importa si se trata de un atisbo
o de toda la comarca, estas eternas
desbocadas inundaciones sobre un valle de cenizas
-y por eso tanto, tanto mucho más que fértiles-
nos darán
sobre el borde de la tarde o al final
de la estación cuando lleguemos
a besar con nuestras bocas el final de la vendimia
lo que puedan importar las gotas íntimas y preciosas de una sangre
nuestra sangre
destilada y vertida sobre el cúmulo feral
de la siembra cada noche
cada día
cada minuto
cada vez
que respiramos.


>>>>>>>>



29.11.08

touchè



Sobre el plano de tu cuerpo
sobre el cuerpo de tu cuerpo
No hay espinas, no han herido
no hay 'si no', no han sido tuyos
Los encajes de tu piel
tu adolescencia

La mirada ha sido tuya, turbia,
desnudando el oro en hebras
desarmando el laberinto

Los espasmos, los (des)garros
ni uno solo han sido tuyos

Yo te miro / al final de la mañana
no te quiero despertar
(no sabría cómo)

Este lago que se enerva / es tu sueño / tu alimento.


20.11.08

(a)Casa



Cuando el tiempo hubo acabado nos miraron
nos dijeron
que del todo, todo, había sido
inútil
un desperdicio.

Volvimos a la carga con las bestias cansadas
con el sudor reseco y la boca pastosa
el aliento de corcho, de tierra, de ceniza,
volvimos enceguecidos, a la carga, y después
volvimos a casa.

[Pero la casa ya no era nuestra casa.]

Pero la casa ya no estaba, o no existía, o peor aún
ya no era nuestra casa. Y los jardines, las aguas, las hojas,
no guardaban nada que nos definiera, nada que pudiera
a su vez
guardarnos.

Sosegados pero aún
imperiosos,
habituados a lo adverso
incapaz de amilanarnos
nos miramos
los ojos negros pero aún
encendidos
dimos un vuelco a nuestras bestias
y partimos.





((pero la casa ya no estaba, no existía, o peor aún
ya no era nuestra casa))


13.11.08

vp (wkw)



cuando te abrazo puedo escuchar
el peso de tu cuerpo al latir
(la soledad enhebra)
toda tu muerte

// la velocidad a la que te fugas
// la urgencia de aferrarte


no quedará nada,
y del vicio de sentirte
desnuda / fría /
y escuchar
el eco de mis manos en las hojas
tu literatura
de ceño fruncido / angustia terca
todo lo que la fugacidad te roba
todo lo que nos deshace

vuelvo a mirar
el blanco de tus ojos
el blanco de las hojas
no consigo distinguir

cómo puede ser tu voz
el hilo conductor
que todo lo rompe
> y el placer que le deparas
> a esta boca necia.


19.10.08

River of Swann



Era el tiempo de la vendimia,
o algo que lo asemejaba
y que tuviéramos o no
herramientas para la tarea
nos traía sin cuidado.

Sigilosos como espantos
como asesinos
recorríamos los campos
los labrados sembradíos
y al paso de nuestras sombras
de nuestro veloz sibilar de parcas
nos bebíamos las ubres anchas
de la medianoche.

Nuestro vino era la prenda
el ardor, lo impronunciable,
que acallaba multitudes
ciegas de ira
roncas las gargantas de apañar
el furor estrangulado de los días.

Nuestro vino era la extraña
locura de hacer silencio
y luego aullar
de cisne
a la boca blanca de la luna.

Nuestro vino era la gloria
la mentira, la insapiencia
toda hiriente
sublime insatisfacción
la mirada exacerbada
el oído desatento
la pasión hecha jirones
destrozada por las horas.

Nuestro vino fue con mucho
el ardid de la mañana
el sendero para huir
al hervor de un corazón
desorientado
mientras iban y venían
solitarias
como náufragas
nuestras sombras.

|| iban y venían ||
|| solitarias como náufragas, ||
|| nuestras sombras. ||