cuando te abrazo puedo escuchar
el peso de tu cuerpo al latir
(la soledad enhebra)
toda tu muerte
// la velocidad a la que te fugas
// la urgencia de aferrarte
no quedará nada,
y del vicio de sentirte
desnuda / fría /
y escuchar
el eco de mis manos en las hojas
tu literatura
de ceño fruncido / angustia terca
todo lo que la fugacidad te roba
todo lo que nos deshace
vuelvo a mirar
el blanco de tus ojos
el blanco de las hojas
no consigo distinguir
cómo puede ser tu voz
el hilo conductor
que todo lo rompe
> y el placer que le deparas
> a esta boca necia.
13.11.08
vp (wkw)
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Decir: me gustó.
ResponderEliminarHay que decirlo: es mucho decir.
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